Originaria de la zona de Burdeos, la uva Carménère fue una de las uvas más cultivadas en el siglo XIX en Francia.
En 1860 los viñedos franceses sufrirían una plaga atacados por la filoxera extinguiendo esta variedad de uva en Francia y toda Europa.
Lo curioso del asunto es que en el año 1850 esta variedad se había introducido en Chile y se había mantenido oculto. Es en 1994 cuando el ampelógrafo francés Jean-Michel Boursiquot redescubre la uva, hasta entonces todos pensaban que era una variedad de Merlot.
Sensible a las plagas, pudo sobrevivir por el entorno que protege a Chile. Al norte nos encontramos con el desierto de Atacama, al sur la Patagonia Chilena y la Antartida, al este los Andes y al oeste el inmenso Océano Pacífico.
Hoy en día el 98% de vino Carménère se produce en Chile.
Vino con cuerpo y muy coloreado, es un vino de tardía maduración. Le van bien los suelos que retengan agua, puesto que es una uva que tiende a deshidratarse. Terreno arcilloso y con poca grava es su mejor hábitat, el clima húmedo no le va para nada.
Esta cepa de color rojo carmesí ofrece en nariz olores a frutas rojas, frutas negras así como a especias.
Las notas más características son el café, el chocolate y sobretodo el cuero.
Recientemente hemos visitado la bodega Concha y Toro en Chile y mañana os hablaremos de uno de sus vinos más emblemáticos, Casillero del Diablo.
Que tengáis buen día!!!
Trip & Taste
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